Tal vez el pasado y el presente se chocan en este lugar abrazado por el arroyo de la china que lleva el nombre de la madre del general Doña Cándida García.

 Ex saladero del General Urquiza, fue en 1847 el primer saladero que aprovecho en su totalidad al animal faenado, exportando su producción a distintos puntos del país y al extranjero. En 1981, fue pionero del turismo rural en la Argentina. A la muerte de Urquiza, la propiedad pasa por varias familias ilustres, destacándose la familia Leloir quien aporta a la construcción del saladero las características actuales.

Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1975.